Rechazamos amenazas en retaliación a nuestro ejercicio de control territorial

Rechazamos amenazas en retaliación a nuestro ejercicio de control territorial

El día de ayer 6 de febrero, justo después de realizada la audiencia pública de control territorial en el polideportivo del resguardo indígena de Tacueyó, se presentó la irrupción de varios miembros de la disidencia Dagoberto Ramos de las FARC en la casa de un comunero del sector del boquerón, punto de control territorial donde se generaron las desarmonías del día 4 de febrero. El comunero gracias al poder de los espíritus mayores logró escapar y esconderse de sus perseguidores.

A este hecho se le suman diferentes amenazas recibidas contras los comuneros Miguel Ángel Campo de 52 años de edad, Fran  Edinson Campo de 26, Iván Marino Campo Poscue de 30 y Herminson Campo Rivera de19 años, al parecer en retaliación por la misma captura y posterior aplicación a los 8 capturados en el sector del Boquerón, quienes hacen parte de la misma disidencia Dagoberto Ramos.

De igual  forma en horas de la noche circuló una comunicación firmada por el “Comando central de las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia”, en el que se enumeran una serie de prohibiciones al tránsito y la libertad de nuestros comuneros en los territorios de Toribío, Tacueyó, Corinto y Jambaló. Prometen la muerte a otros actores causantes de desarmonía, atribuyéndose sin ningún derecho el ejercicio de justicia en nuestros territorios, bajo sus propios métodos.

Rechazamos y denunciamos las acciones de escarmiento contra quienes en defensa de sus comunidades y su territorio ancestral, hacen valer los derechos adquiridos, los mandatos y las orientaciones frente la presencia y el accionar de los diferentes grupos armados que intentan amedrentar a las comunidades de la zona norte.

Responsabilizamos directamente a las disidencias Dagoberto Ramos por lo que pueda sucederle a nuestros compañeros amenazados. Informamos que les daremos respaldo y protección desde nuestra organización, bajo la línea de atención a estos casos para acordar su acompañamiento. Ratificamos el hecho de que las comunidades no nos vamos a dejar intimidar por ningún actor armado, llámese como se llame y reafirmamos el estado de alerta y asamblea permanente por las constantes confrontaciones que día a día nos ponen en medio de una guerra ajena, afectando la armonía y el buen vivir al interior de nuestros territorios.

En ejercicio de resistencia, defensa de la vida y construcción de paz, rechazamos toda intensión de estructuras armadas legales o ilegales de minar nuestro ejercicio de gobierno propio, aplicación de justicia y control territorial, los cuales parten del derecho de ley de origen y se fundamentan en nuestra cosmovisión, usos y costumbres. Este ejercicio está amparado nivel nacional e internacional por diferentes ámbitos jurídicos y jurisprudenciales que ratifican nuestra jurisdicción especial, por lo que llamamos a los organismos de control del estado Colombiano y a las organizaciones nacionales e internacionales, la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos – ONU DDHH, MAPP OEA, medios locales y nacionales de comunicación a visibilizar lo que está pasando y brindar las garantías para nuestro ejercicio de control territorial.

Cuenten con nosotros para la paz, nunca para la guerra

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