Pronunciamiento frente a declaraciones del medio Proclama del Cauca
El día 30 de abril el periodista Gustavo Adolfo Caicedo Muñoz, periodista del medio de comunicación regional, Proclama del Cauca, ha realizado una Crónica titulada “Que ha hecho el estado con la tierra del Cauca”, en la que plantea mediante un lenguaje rimbombante la inviabilidad de nuestras tierras colectivas y donde utiliza adjetivos racistas contra nuestros pueblos originarios, defendiendo una visión productivista y empresarial, desconociendo ampliamente la gran desigualdad en la tenencia de la tierra en Colombia, negando nuestra visión del mundo y de la vida, y ofendiendo nuestro sentir profundo con respecto a la madre tierra.
Como hemos aclarado en anteriores pronunciamientos, muchos de nuestros territorios se encuentran bajo la ley 2 de 1959, hecho que los inhabilita para actividades productivas y económicas. Además de esto los territorios ancestrales pertenecientes a Naa kiwe (espacio del medio) el cual hemos mantenido y heredado con la sangre derramada de nuestros mayores, se caracterizan por ser diverso físicamente, con alturas que van desde los 350 msnm, hasta los 4250 msnm, y en ellos la mayor parte reviste una importancia ecológica donde coexisten hábitats frágiles como los páramos, el bosque alto andino, las lagunas sagradas, los nacimientos de agua, cauces de ríos y quebradas y sitios sagrado para la comunidad, los Kiwe The y The Walas, (sabedores ancestrales).
Nuestros territorios han sido definidos como zonas de gran importancia por nuestros planes de vida y de ordenamiento del territorio, pues sirven de sustento para millones de personas que se benefician del cuidado que nosotros desarrollamos. El noveno punto de la plataforma de lucha, en la conformación del CRIC en 1971 fue: Conservar y proteger los recursos naturales, así mismo los mandatos de sistemas propios que se trabajan en el tejido territorial económico ambiental y en los planes de vida de los territorios ancestrales, de lo que se deriva que no se puede priorizar la economía sobre los espacios de vida, que debe haber un equilibrio, sin que esto implique que las tierras productivas no puedan ser utilizadas de manera eficiente.
No obstante, y en segunda medida, para el caso del Cauca es importante tener presente que la mayor parte del territorio tiene fertilidad, de baja a muy baja, y sólo se encuentran tierras de fertilidades moderadas en el extremo suroriental del municipio de Paéz, en sectores del Valle Interandino y en el Pacífico Caucano hacia el límite con la plataforma continental. Las pronunciadas pendientes de la mayor parte del territorio dificulta su utilización para la agricultura con rangos de pendientes de 25% – 50% y hasta >50%. De igual manera ante los altos indices de pobreza y desnutición, diversos estudios han demostrado que históricamente los territorios de alta fertilidad y vocación agrícola no han sido destinados para la producción de alimentos, sino a la producción del monocultivo de la caña de azúcar en el norte del Cauca o el cultivo intensivo de eucalipto y pino en la meseta de Popayán. En municipios como Cajibío, Sotará y Timbío, en contraste, encontramos cultivos de café, sorgo, transitorios, y de caña panelera pero que gracias a la intimidaciòn de grupos armados legales e ilegales, se ven desplazados paulatinamente hacia las laderas de las cordilleras, y reemplazados por la caña de azúcar “biocombustible”, la agro-industria maderera, la explotación minería contaminante o el narcotráfico.1
Al mismo tiempo, y en tercera medida los territorios con mayor productividad sufren de una gran concentración en la propiedad de la tierra. Solamente en la zona del norte del Cauca cerca del 40% de la superficie está constituida por predios mayores a 50 hectáreas y pertenecen a menos del 1% de los propietarios, mientras el 13.46% de la superficie está constituida por predios menores a 3 hectáreas y pertenecen al 77% de los propietarios. Estas circunstancias sumados al incremento demográfico han priorizado la necesidad de la redistribución de tierras como una acción urgente, dejando para las familias indìgenas un déficit de tierras de 140. 856 hectáreas solamente para la zona del Norte del Cauca2, de las cuales exigimos en la minga apenas 49.000 hectáreas al gobierno.
Rechazamos profundamente que el Señor Gustavo Adolfo Caicedo Muñoz, niegue nuestros derechos ancestrales, imprimiendo una visión economicista sobre la madre tierra que está en el origen de la gran crisis ambiental que vivimos, además que legitima el genocidio realizado por el imperio español hace 527 años, y que utilice los adjetivos de “primitivos, estúpidos, primarios” para referirse a los pueblos originarios, hecho que niega todos los convenios nacionales e internacionales en materia de derechos, y que ofende profundamente nuestras comunidades. Exigimos a este señor y a los directores de este medio de comunicación que se retracten y que se disculpen públicamente, si no quieren tener procesos legales en su contra por injuria y calumnia.
- (2013) Análisis de la posesión territorial y situaciones de tensión interétnica e intercultural en el departamento del Cauca. Universidad Javeriana & Incoder. Carlos Duarte (compilador)
- https://www.javerianacali.edu.co/noticias/infografia-estructura-de-la-propiedad-rural-en-el-norte-del-cauca