El pasado 27 de noviembre después del debate de Odebrecht contra el fiscal Néstor Humberto Martínez, el Centro democrático, representado por Paloma Valencia, presentó un video en el que se puede ver al senador Gustavo Petro recibiendo varios fajos de billetes.
Petro ha intentado aclarar el contexto en el que se desarrolló el acontecimiento, mencionando que el video es del año 2005, en medio de elecciones internas del polo democrático y que los dineros son entregados por su allegado, el arquitecto Simón Vélez, a través de su empleado Juan Carlos Montés para la financiación de esta campaña. Este hecho es corroborado por la hija de Montes, Alejandra Montes en entrevista con noticias UNO, hechos por los cuales fue amenazada saliendo de la Universidad del Rosario, en Bogotá, por un sujeto que le advierte “yo sé quién es usted, quédese calladita”, justo como lo denuncia el senador Gustavo Bolívar en su cuenta de twitter.
Nos sorprende el doble rasero con que la justicia colombiana juzga a quienes incurren en faltas, manteniendo en la impunidad a los representantes de los grandes grupos económicos, como el fiscal Néstor Humberto Martínez o el ministro Carrasquilla, frente a los delegados de los sectores populares, como es el caso del constante ataque jurídico y político contra Gustavo Petro.
¿Porque no sacaron este video antes? Este video, aparece luego de 14 años de tenerlo guardado con sospechosas intensiones de engañar y maipular, pues se hace público en un momento oportuno que desvía la atención frente a las gravísimas pruebas en que incurren personalidades como el fiscal, presentadas en el explosivo debate que le hicieron en el congreso, cuestión que no se trata de un caso menor, sino de uno de los mayores escándalos de corrupción del continente.
Néstor Humberto Martínez fue abogado del gran socio de Odebrecht en Colombia (Luis Carlos Sarmiento Angulo y su grupo Aval) y también del gran proyecto de esa multinacional en el país (concesión Ruta del Sol). Dada esta estrecha relación que tuvo el hoy Fiscal con la multinacional que lo protagoniza, cabe preguntarse por qué nunca se declaró impedido en todo de una vez y aceptó hasta el día de hoy ser vocero de la Fiscalía. A esto sumémosle la muerte del testigo clave Jorge Enrique Pizano, y su hijo por causa de envenenamiento, días después de haberle advertido a quien lo entrevistó, Iván Serrano, periodista de Noticias Uno, que tuviera cuidado con esta información, pues su vida y la de su familia dependía a de ello.
Estos hechos demuestran la falacia de la democracia colombiana, mediada por la capacidad de financiación de las campañas, que hacen que quienes tengan poder económico, también concentren el poder político. No de otra forma podemos entender que frente a 150 mil millones de pesos a los que ascienden las coimas del caso de Odebrecht, se desvié la atención por apenas 20 millones que recibió Petro de donaciones para su campaña. Es claro que para este modelo de democracia los sectores empobrecidos y populares no tenemos derecho a gobernar.
Las comunidades indígenas, desde nuestros planes de vida, sabemos que más allá de los escándalos de corrupción, se esconden las enfermedades del modelo económico y político imperante. La sociedad de mercado que se impuso a finales del siglo XVIII lleva en su lógica la necesidad de convertir todo lo que toca en una fuente de acumulación, así mismo el neoliberalismo y la globalización de los pasados tres decenios ha impuesto como sentido común la racionalidad de la ganancia, por encima de la armonía, el respeto de los espacios de vida y el bienestar de las comunidades.
La pesadilla del individualismo exacerbado se convirtió en una realidad tóxica para el tejido social, Las fuerzas del mercado general han deformado las instituciones sociales y han creado una cultura del lucro que cada día nos aleja más de la madre tierra, de sus habitantes y del universo. Una cultura que gira alrededor de la competencia y del individualismo posesivo con consecuencias nefastas para los grupos más vulnerables.
Exigimos un drástico remedio para los corruptos que generan desarmonía en el ejercicio de gobierno, que se adelanten las investigaciones pertinentes para esclarecer lo sucedido con Gustavo Petro y rechazamos profundamente las amenazas e intimidaciones de los diferentes testigos en los casos. Brindamos nuestro apoyo a las diferentes expresiones políticas de los sectores populares, como la Colombia humana, que después de décadas, en las últimas elecciones presidenciales logró históricamente romper la gran muralla del bipartidismo, frente a la cual siempre debíamos elegir entre representantes de las elites.
Seguiremos defendiendo el paradigma del buen vivir desde las comunidades indígenas, plasmado en nuestros planes de vida y nuestros sistemas de salud, educación, economía y justicia propios, que van mucho más allá de la sociedad de mercado, construidos a partir de la amplia participación comunitaria y que esgrime desde nuestros sueños, un nuevo modelo de democracia en la histórica de la humanidad.
“Cuenten con nosotros para la paz, nunca para la guerra”
Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca – ACIN
Çxhab Wala Kiwe, Territorio del Gran Pueblo