Entender los procesos de recuperación o de liberación de la tierra no es solo entender las dinámicas actuales, sino entender las dinámicas históricas de las comunidades indígenas del Cauca, tener en cuenta sus concepciones culturales y políticas referentes al procesos organizativo, dado que no solo implica la posesión de territorio, sino la administración desde el espacio espiritual en la que el territorio termina siendo un espacio no definido por las limitaciones físicas sino por la percepción cultural y la apropiación mediante las distintas prácticas, que van desde el trabajo cotidiano hasta el ejercicio de la recuperación.
Estos procesos de recuperación se guían a partir de las apreciaciones culturales y de los mandatos comunitarios, dinámicas que han sido continúas acompañado el camino de las comunidades que son consecuentes a través del tiempo y de la memoria. Por eso un día como hoy recordamos el 16 de diciembre de 1991, en donde fueron asesinados cobardemente 20 hermanos Nasas en la finca el Nilo de Caloto. Ellos habían llegado desde diferentes comunidades a recuperar esta hacienda que ha sido territorio ancestral. Allí fueron masacrados en medio de la oscuridad por agentes del estado en complicidad con los terratenientes, este hecho impacto a todo movimiento indígena del Cauca y a nivel Nacional.
Por lo que el día 16 diciembre del 2017 se realizó la conmemoración de los 26 años en memoria de lo sucedido en aquel día, en donde fueron asesinados estos 20 compañeros Nasas que se encontraban Liberando la Madre Tierra en la hacienda El Nilo. Esta conmemoración inició con los Himnos del pueblo nasa, Himno de la guardia indígena presentación de las diferentes delegaciones a nivel local, regional y con el acompañamiento de una delegación del territorio de Sat Tama Kiwe del Resguardo de las Mercedes, que también han venido llevando este proceso de liberación en la finca del Japio, y los compañeros guardias de cerro tijeras que acompañaron este espacio.
La comunidad de territorio hace un llamado que no los dejemos solos, que sigamos apoyando el proceso que dejaron los compañeros y personas que han caído en este largo caminar de lucha por él territorio, ya que la recuperación es el cumplimiento al mandato comunitario y la plata forma de lucha del CRIC que en su primer punto dice Recuperar la tierra de los resguardos y realizar la defensa del territorio ancestral y de los espacios de vida de las comunidades indígenas, y el incumplimiento de diversos acuerdos con el gobierno y la agresión al territorio como espacio vital ha generado que la comunidad nuevamente se levanta en minga por la defensa de la vida, liberando la Madre Tierra que hoy se encuentra en el caso del norte del Cauca, bajo el monopolio del ingenio Cañero.
En esta conmemoración se realizó un recuento por parte de un familiar y sobreviviente de los caídos en el hecho ocurrido del 16 de diciembre de 1991, el cual hace memoria de lo sucedido y del largo camino que ha implicado la resistencia del pueblo nasa y las luchas por el territorio, las cuales tienen dificultades y divisiones que se han superado en algunos aspectos y que en otros nos hacen un llamado a la reflexión de las realidades del movimiento indígena, la organización local, regional y su función en la comunidad.
Rafael Coicue nos hace un recuento histórico de esta masacre del 16 de diciembre de 1991.