Desde las comunidades indígenas de Çxhab Wala Kiwe (territorio del gran Pueblo) norte del Cauca, comprendemos los retos que se nos presentan como procesos sociales, como pueblos indígenas y como parte de los sectores populares del país. Vivimos momentos de expectativas y transiciones, conscientes de todas las implicaciones políticas de un escenario inédito en nuestro camino de lucha.
El primer gobierno alternativo en nuestra historia llega en momentos turbulentos para el mundo. Se anuncia una inminente recesión en el planeta, acompañada por una crisis energética a las puertas del invierno en el norte global, algo que para muchos significa el riesgo de morir de frío. Una guerra internacional en Europa que ha incrementado la inestabilidad política y amenaza con llevar a enormes poblaciones del mundo al borde del hambre. Al mismo tiempo, en el sur global, miles y miles de seres humanos que ya fueron empujados al otro lado de la barrera del hambre, tratan de cruzar las fronteras de la desesperación para llegar a los países ricos del norte, con la esperanza de conseguir algo de todo lo que han sido privados por generaciones.
En nuestro país enfrentamos dificultades angustiantes que se entrelazan con las crisis globales. Prácticamente la mitad de la población se encuentra en la pobreza mientras la inflación crece y encarece todo lo necesario para vivir. La reforma agraria y tributaria, la transición hacia energías renovables y la paz total encuentra obstáculos en los intereses históricos de los poderosos que se oponen por todos sus medios al avance de las transformaciones necesarias.
Las herramientas de los poderosos no son nada despreciables, pues movilizan a su antojo el inmenso aparato de propaganda y desinformación que poseen con el objetivo de mantener sus intereses intactos y no cumplir con las exigencias de la sociedad. La manipulación de la opinión pública se complementa con un control profundo de las mismas estructuras institucionales y legales que han sido moldeadas a su antojo y para su beneficio, haciendo difícil lo que se puede lograr, si éste impulso no se acompaña con un movimiento social fortalecido y responsable, que no delegue exclusivamente las tareas del cambio al gobierno de turno.
Conscientes de estas realidades, apoyamos en las pasadas elecciones la opción de cambio que hoy es gobierno. Compartimos la convicción de este gobierno frente a la necesidad de alcanzar una paz verdadera y ampliar los caminos hacia la justicia social. Para nosotros y nosotras, el diálogo para la defensa de la vida no es una frase o un eslogan de campaña, sino palabra que anda y se siente. Contar con nosotros para la paz es aportar nuestras experiencias para no rectificar los vacíos del acuerdo del 2016 y construir sobre los aprendizajes comunitarios y territoriales.
De la misma manera, creemos inaplazable una reforma tributaria en la que quienes tienen más aporten más, como un primer paso hacia el papel redistributivo que debe cumplir el Estado. Esto debe ir de la mano con una reforma al sistema de salud que universalice el derecho fundamental a la salud y la libere de la rapiña y el negocio. Asimismo, la reforma política y del sector energético, que consideramos pasos necesarios para un país más en función de la vida que de su mercantilización.
Confiamos que las apuestas de este gobierno van por el camino correcto hacia los cambios que necesitamos. Comprendemos, al mismo tiempo, que nuestras luchas no se supeditan a la voluntad de un gobierno ni se encuentran en los límites que éste impone. POR LO CUAL CONVOCAMOS A MNIFESTR NUESTRO APOYO A LOS PRIMEROS 100 DÍAS DEL ACTUAL GOBIERNO MEDIANTE UNA GRAN MOVILIZACIÓN EL PRÓXIMO 15 DE NOVIEMBRE.
Invitamos a los demás sectores sociales y populares a unir fuerzas en respaldo al gobierno del cambio ante la sucia campaña que pretende prolongar la vieja desigualdad y la guerra que la ha generado. Acompañamos las reformas que transformarán el país a beneficio de las mayorías. Seguiremos trabajando desde nuestros territorios para fortalecer lo comunitario y prepararnos a enfrentar las luchas que vendrán, teniendo claro que los principios de Unidad, Tierra, Cultura y Autonomía son el horizonte hacia donde caminamos y al que seguiremos invitando a la sociedad colombiana en conjunto.